En camino

En Camino

A medida que ascendía la montaña los pensamientos se ordenaban de manera más clara en la mente de El-sa´vin. Durante cuarenta noches, noches interminables de insomnio, soledad e incertidumbre, miles de ideas lo acosaban . Interrumpían sus intentos de meditación, sus intentos de conectar con el Espíritu que lo habia de guiar en el viaje de su iniciación. Estas ideas se colaban entre las oraciones que el anciano brujo Eloaa'c la había hecho aprender de memoria a base de repetirlas durante largos dias a al orilla del gran río . Eran ideas que a modo de parásitos no lo dejaban avanzar, lo retenían y finalmente lo apartaban del camino que se había trazado.
Eloaa'c ya se lo advirtió. Le enseñó la manera de luchar contra esas barreras invisibles de la mente, le enseñó como apartarlas, como se apartan las moscas con la mano y la enseñó a volver a retomar el camino que contactaba con el Espiritu guia.

Pero era ahora, al ascender por aquella vereda estrecha e inclinada, cuando comenzó a sentir la presencia de su Espíritu guía.
Realmente había algo mágico en aquella montaña. El-sa´vin conocía todas las historias, todas las leyendas acerca de aquel lugar. Formaba parte de su instrucción, de su adiestramiento.
Desde el dia en el que el brujo lo eligió, su vida cambió. Él, realmente, no habia deseado nunca ese honor. No, él no. El-sa´vin se vio siempre como un guerrero, como un cazador. No era más que un niño que apenas sabía andar cuando ya acompañaba a su padre a caballo. Cabalgar y cazar, manejar la espada y el arco, luchar. Su padre lo era todo para él y se lo enseñó todo. Todo lo necesario para poder vivir y comportarse como lo que estaba llamado a ser, digno sucesor y orgullo de su padre. Y es que el padre de El-sa´vin no era un guerrero más. No, Mor-dak era el 'Maestro de Halcones'. Solo el Rey de las siete tribus estaba por encima de él en dignidad y respeto.
Pero todo esto se acabó. Como humo que lleva el viento. Toda su vida anterior se convirtió en un recuerdo la noche en la que Eloaa'c apareció como un espectro junto a su lecho y lo despertó entonando el cántico sagrado de los kaha-rin, los guardianes de lo profundo.

Cúpula celeste , morada de dioses
mar tenebroso, tumba de olvido.
Sois garantes de la unción sagrada.
La mano de Ha-zum se ha posado hoy.
La elección está hecha

Despierta de tu sueño.
Abre los ojos , despierta.
Ahora verás lo que no se ve.
Hasta ahora estabas dormido;
has nacido de nuevo.